LA VÍA DEL TIEMPO

Así se sepa desde este canto
que yendo por la senda del largo recorrido
elegimos la recta más segura del raíl
y cuadramos bien el tiempo desde el andén de las esperas.
Apilamos las sombras que acarician nuestro avance
como azules catenarias al cielo ajustadas.
Hicimos fotogramas de instantes inmortales
para no perder de vista a todos los amigos
y regalamos poemas que son vida y bagaje.
También guardamos en el baúl de la memoria
para abrirlo cuando las hojas del otoño nos añoren,
todas las vivencias que nos hicieron madurar.
Pero ahora que llega la total sustitución
redibujamos el espacio conseguido
y compartimos con los nuestros el propio tiempo,
largamente deseado.
Los otros,
los que siguen diseñando sus sueños a la espera de lo propio,
saben del vacío de la ausencia, de la perdida presencia
de quien sabe combinar la amistad
no reñida con el deber del bien hacer
junto al buen humor y picardía.
¡Así la vía del tiempo en su  ida y vuelta!